Cuando tengo la ocasión, me gusta hacer galletas, por que son rápidas de hacer y son tremendamente mejores que las industriales. Siempre podemos tener la masa preparada en el congelador y acabarlas de hacer en el momento que las necesitemos.
Ingredientes:
225 gr. de mantequilla pomada.
140 gr. de azúcar extra fino.
1 yema de huevo ligeramente batida.
2 cucharadas de extracto de vainilla.
280 gr. de harina.
1 cáscara de naranja rallada.
55 gr. de orejones de albaricoque troceados.
100 gr. de almendra picada.
Una pizca de sal.
Preparación:
En nuestra batidora, ponemos la mantequilla y el azúcar en un bol y los mezclamos bien.
Después incorporamos la yema y el extracto de vainilla. Seguimos mezclando hasta que quede homogéneo.
Añadimos la harina, previamente tamizada y la pizca de sal. Finalmente agregamos la piel de la naranja rallada y los orejones. Seguimos batiendo hasta que tengamos una masa homogénea.
A continuación, encima de un trozo de papel film, formamos un rollo con la masa que rebozamos con la almendra. Envolvemos con el papel film, hasta conseguir un chorro bien prieto (como un salchichón).
Lo metemos en la nevera para que coja consistencia durante 1 hora aproximadamente.
Calentamos el horno a 180º C.
Desenvolvemos la masa y la cortamos con un cuchillo de sierra, en rodajas del grosor que nos guste.
Las colocamos en la bandeja del horno, sobre papel vegetal, dejando una distancia entre ellas.
Horneamos las galletas. Si bien, no hay un tiempo exacto (ya que depende del grosor en que las hayamos cortado, nos guiamos por el color del borde. Cuando veamos que empiezan a estar doradas, las retiramos.
Las colocamos encima de una rejilla hasta que se enfríen.
Laura