He de confesar que, en general, los pasteles me conquistan por la primera impresión. Y éste fue un amor a primera vista. Me encantan los pasteles con altura.
Ya he comentado en otras ocasiones lo que me gustan las frambuesas, pero tengo que decir que también los arándanos me vuelven loca. En realidad, lo que me gusta es el contraste del ácido de las frutas del bosque con el dulce del bizcocho. Este pastel resulta tremendamente fácil de preparar y no negareis que su presencia llama la atención. El bizcocho es muy esponjoso, cosa que me sorprendió gratamente.
225gr. de harina con levadura (usé harina normal)
1 cucharada de levadura (usé 1 sobre)
1 cucharada de levadura (usé 1 sobre)
200 gr. de azúcar extra fino
200 gr. de mantequilla pomada
4 huevos
2 cucharaditas de extracto de vainilla
1 cucharada de leche
Para el relleno:
400 gr. de queso blando (yo usé mascarpone)
el zumo de 1 lima y la ralladura de 2 limas
10 gr. de azúcar glas
250 gr de arándanos
Preparación:
Precalentamos el horno a 180º C y preparamos el molde de 18 cm. Lo engrasamos y forramos la base.
Ponemos en un bol la levadura, la harina, el azúcar, la mantequilla, los huevos y la vainilla y lo mezclamos todo con unas varillas a velocidad baja. Aumentamos la velocidad y batimos 2 minutos más.
Vertemos la mezcla en el molde. Horneamos 50-60 minutos.
Una vez frío cortamos en tres capas.
Una vez frío cortamos en tres capas.
Batimos el queso he incorporamos la ralladura de la lima, el zumo y el azúcar glas.
Montamos el pastel, intercalando capas de bizcocho y mezcla de queso, terminando con ésta última. Disponemos los arándanos en círculos apretados.
Laura